Esta pequeña gatita lactante vivía en el Parque de los Fueros (Teruel) junto con sus hermanos y su mamá.

Con la mala suerte y la inocencia de un niño que la cogió para jugar, le quiso dar de beber agua de un charco, la tuvieron en brazos, ...

Más tarde se acercó una voluntaria de esta protectora habiendo recibido una llamada por posible abandono, no siendo así.

El mundo animal tiene sus códigos, y la mamá gatuna ya no reconocía a su cría dejándola apartada y no queriendo hacerse cargo de ella, pues había recogido olores que no reconocía.

Así que ha sido puesta en adopción, lloraba diciendo Mami no me dejes aqui, ahora busca una Mami adoptiva.